domingo, febrero 27

Como Recuperarte Despues De Un Reventon O Una Fiesta



Hay mañanas en las que salir de la cama es una pesadilla. Dolor de cabeza, pesadez en las piernas, malestar general, falta de horas de sueño. Ese olor insoportable a cigarrillo en el pelo, en la piel. Y todo por haber estado de fiesta hasta altas horas de la madrugada y sin pensar jamás en la resaca del día siguiente.

¿Cómo liberar el cuerpo de las huellas devastadoras de tanto exceso? ¿Cómo lograr que la fiesta nos abandone?

Según los investigadores de la escuela médica Peninsula Medical School, con sede en Plymouth (sur de Inglaterra) no existe "ninguna prueba convincente" de que los tratamientos convencionales para combatir el consumo de alcohol en exceso (extracto de alcaucil o alcachofa; levadura, glucosa) sean efectivos. La cura que proponen estos expertos para la resaca es sencilla: moderación y abstinencia.

Aquí va nuestro plan de operaciones. Para empezar, se trata de recuperar el equilibrio físico perdido (y no sólo que el horizonte vuelva a estar en su lugar). Tomar agua en cantidades mayores a las habituales es una forma de purgarnos de los “pecados” cometidos. En pos de la salubridad del cuerpo es aconsejable también tener un día de comida sana a base de lácteos, verduras y frutas.

Dicen que la vitamina C es una excelente aliada en estas situaciones. Y que el tomate, la zanahoria, la naranja, el limón y el pomelo, neutralizan los radicales libres que, por culpa del alcohol, se acumulan en el hígado. Si te atreves, hay un “remedio casero” muy antiguo que, se supone, elimina de un plumazo el malestar: un jugo de naranja con dos huevos crudos batidos.

También conviene hacer ejercicio físico. Aunque estemos cansados por la trasnochada, ayudará a liberar las toxinas incorporadas a través de la transpiración. Una buena caminata, la rutina habitual del gimnasio o simplemente un paseo en bicicleta resultarán sanadores.

Y como a esta altura todavía quedarán residuos de la fiesta en la piel y el cabello, de esos que no logra sacar ni una ducha tomada a los apurones antes de volver a la cama, nada mejor que un baño reparador (con sales y esencias aromáticas) y la posterior hidratación y masaje del cuerpo y el pelo con cremas humectantes y aceites especiales.

Si después de todo esto, el cuerpo no retoma su energía habitual, solo me queda decirles: “calavera no chilla” y ¡ojalá haya valido la pena!

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